Luego de su retorno, cuyo proceso tomó dos semanas por el cumplimiento de las normas de bioseguridad respectivas, las Becarias del Hogar Calderón Ayluardo de la
Junta de Beneficencia de Guayaquil, poco a poco retoman sus actividades cotidianas, pero en una nueva “normalidad” dentro los debidos protocolos de bioseguridad.
Ingrid Santillán, Coordinadora de Orientación y Formación del Hogar, indicó que las 85 becarias reciben clases virtuales en la Unidad educativa José Domingo de Santistevan, por la mañana, luego realizan las tareas y por las noches realizan bailoterapia, juegos y concursos.
Mientras que, para los fines de semana se han formado grupos para la elaboración de talleres de cocina y de elaboración de bisutería, sin dejar de lado la formación cristiana”, destaca Santillán.
Las autoridades del Hogar realizan un seguimiento a los padres de familia, por lo que cada fin de semana las becarias realizan videollamadas a sus familias para mantener activo y fortalecer el vínculo familiar.
El hogar Calderón Ayluardo es un hogar de acogida de niñas de escasos recursos económicos, a quienes la Junta de Beneficencia les da gratuitamente educación, alimentación, vivienda, atención de salud y una formación basada en principios y valores.